Según los maestros taoístas, el Chi original (Jing - esencia) se almacena principalmente en el tantien inferior, en el centro de un triángulo formado por el ombligo, un punto que se encuentra a mitad del camino entre los dos riñones y el centro sexual (en el área del hueso púbico).
La ubicación exacta, varía según el peso y la estatura de la persona, es aproximadamente de 3 a 6 cm bajo el ombligo, y más o menos un tercio de esta longitud hacia dentro del cuerpo. El tantien inferior es la batería básica del organismo, ya que suministra la energía fundamental que necesitamos para llevar a cabo la combustión y transformación de las energías que recibimos a partir del aire, los alimentos, etc.
Desde el punto de vista taoísta, la abundancia de energía en el tantien inferior facilita la asimilación de todas las otras formas de energía que disponemos. Este centro energético, como todos los demás del cuerpo, es una especie de imán que puede atraer la energía exterior con una correspondiente vibración. Los taoístas afirman "Donde más hay, más se da"; y también suelen decir, sin exagerar, que nuestra salud y bienestar parten de una cierta reserva de energía en los centros energéticos apropiados del organismo, en especial del tantien inferior, que es el área de nuestra esencia sexual o vitalidad.
Cuando percibimos la energía en esta zona, en general nos sentimos equilibrados y centrados; cuando por el contrario la energía se bloquea, o cuando no tenemos las reservas suficientes, sentimos debilidad física general y falta de equilibrio. Además, podemos notar que criticamos o juzgamos a los demás y a nosotros mismos. Nuestra energía puede bloquearse o perderse de muchas maneras distintas, que incluyen la negatividad, la tensión, el estrés, la ensoñación, la conversación y la actividad sexual excesiva, o bien a través del pensamiento obsesivo, la crítica, la preocupación, etc.
EJERCICIO: "ABRE LA PUERTA DE LA VIDA"
Siéntate o ponte de pie cómodamente, y coloca las manos a ambos lados de la espina dorsal, sobre la parte interior de la espalda (con la punta de los dedos tocando la espina dorsal), directamente "frente" al ombligo.
Esta área, entre la segunda y tercera vertebra lumbar recibe el nombre de "mingmen" o "puerta de la vida"'. Según los taoístas, puesto que se trata del punto entre los dos riñones y en el que se acumula nuestra esencia sexual, es sumamente importante mantener esta zona cálida, relajada y a gusto, pues nos proporciona un gran bienestar.
Mientras inhalas, siente que el globo se llena de aire y empuja la parte inferior de la espalda hacia afuera. Cuando exhalas, la parte inferior de la espalda regresa a su posición original. Respira de esta forma durante dos o tres minutos. Para conseguir sentir el movimiento de la parte inferior de la espalda durante el proceso de respiración ponte en cuclillas, una posición muy útil no sólo para abrir dicha porción de la espalda, sino también para mejorar tu salud en general. Cuando lo hagas, lleva los brazos hacia adelante y relájalos, y siente la parte inferior de la espalda mientras respiras. Esta postura libera automáticamente los músculos de este sector, así como la parte inferior del diafragma, que está unida a la espina lumbar; también ayuda a limpiar y energizar los riñones. Si te cuesta mucho ponerte en cuclillas, puedes ponerte de pie, inclinarte hacia adelante y apoyar el peso de la parte superior de tu cuerpo sobre las manos, que a su vez descansan en las rodillas. Una vez que sientas que la parte posterior de la espalda se expande y contrae, vuelve a la posición normal, sentado o bien de pie, y deja que la "memoria orgánica" de lo que acabas de experimentar te ayude a percibir el proceso en esta nueva posición.
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