Entre asistir a eventos sociales, comprar regalos, viajar y lidiar con la presión familiar, el “momento más maravilloso del año” en realidad puede ser un mes difícil e inductor de ansiedad. Aqui las claves para sobrellevarlo.
El estrés de las vacaciones puede afectar a cualquiera, incluso a los niños. Muchas personas asocian las Fiestas con reuniones sociales, rituales y recuerdos felices. Estas expectativas pueden provocar estrés. Al mismo tiempo, puede volverse abrumador planear los preparativos y hacer que cada regalo envuelto se vea perfecto. Encontrar el tiempo para asistir a cada fiesta o sentir que no ha sido invitado a suficientes encuentros sociales también puede causar estrés. Cuando se agrega la carga financiera, viajar y visitar a otros miembros de la familia, el estrés puede comenzar a acumularse.
“Si pudiéramos tener espacios de descanso suficientes como parte de la rutina diaria, estaríamos en condiciones de finalizar el año sin la sensación frecuente de agotamiento”
En primera instancia, se podría a modo de balance anual repensar si todos los compromisos que se afrontan son realmente imprescindibles, y aquellos que no lo son: ¿producen satisfacción? ¿Placer? ¿Disfrute? ¿Son motivados por necesidades propias? ¿O ajenas?”.
Según una encuesta publicada por el sitio web Healthline en 2015, el 65% de las personas dice que las Fiestas son “muy” o “algo” estresantes. Sin embargo, hay muchas formas simples de lidiar con el estrés en esta época del año, pero primero deben comprenderse los factores desencadenantes del estrés. ¿Qué situaciones nos estresan?
“reacomodar o descartar aquello que produce cansancio y poca satisfacción requiere de un análisis que sólo se puede realizar mediante un profundo diálogo interior y tomando cierta distancia, como viendo un paisaje, en este caso, el propio”.
“Para combatir el estrés tenemos que empezar por desactivar los umbrales de alerta que tenemos respecto a nuestros deberes o cosas pendientes
Por otro lado, se debe considerar que el estrés en sí mismo no es algo negativo. “Una cantidad adecuada puede ser incluso necesaria para activarnos y motivarnos al logro de ciertas metas u objetivos”, pero el exceso de este puede afectar nuestra salud y bienestar.
Al final de la nota encontraras algunas señales para determinar si tu estrés esta siendo perjudicial o no.
1. Primero, establecer prioridades
Es fundamental reemplazar los “deberes” con “deseos”, ya que es mucho más fácil encontrar la motivación para hacer las cosas que quieres hacer que las cosas que debes hacer.
Cuando estás enterrado bajo el estrés de las actividades festivas y otras tradiciones que una vez esperabas, tomarte un momento para evaluar qué actividades en tu lista de tareas pendientes solo estás haciendo porque crees que deberías versus porque realmente desea hacerlo puede servir, y mucho.
Es fundamental reemplazar los “deberes” con “deseos”, ya que es mucho más fácil encontrar la motivación para hacer las cosas que quieres hacer que las cosas que debes hacer
2.Pedir ayuda con tareas difíciles
Comprar regalos en las tiendas o centros comerciales muy concurridos o asistir a eventos festivos abarrotados puede provocar ansiedad social.
Cuando el nivel de estrés es muy alto, es difícil poner un freno y reorganizarse. Por eso, es fundamental intentar prevenir el estrés y la depresión en primera instancia.
Algunas tareas comunes de vacaciones pueden ser desencadenantes de estrés. Decorar el árbol de Navidad por primera vez después de la pérdida de un ser querido, comprar regalos en las tiendas o centros comerciales muy concurridos o asistir a eventos festivos abarrotados puede provocar ansiedad social.
3. Tomar un descanso de las redes sociales
Las fotos de amigos, llenas de perfección y alegría festiva realmente pueden afectar a quien no se siente exactamente bien en la temporada. Alejarse del teléfono, o mejor aún, eliminar temporalmente las aplicaciones puede ser de gran ayuda.
El uso excesivo de las redes sociales puede afectar el sueño, la autoestima y las relaciones personales. Esta iniciativa se presenta como oportunidad para retomar el control de nuestra relación con las redes sociales. Cuando estás estresado o ansioso, ir a Instagram para un scroll sin sentido puede proporcionar una distracción instantánea. Pero con demasiada frecuencia, un atracón de redes sociales te hace sentir peor que antes.
La evidencia emergente genera inquietudes sobre el impacto potencial de las redes sociales en la salud y el bienestar mental de las personas. En 2017, un informe publicado por la Royal Society for Public Health, destacó una gama de posibles efectos negativos de las redes sociales, que incluían desde ansiedad y depresión, imagen corporal negativa, acoso cibernético, falta de sueño y “FOMO”(miedo a perderse de).
Tambien, las fotos de amigos, llenas de perfección y alegría festiva realmente pueden afectar a quien no se siente exactamente bien en la temporada. Alejarse del teléfono, o mejor aún, eliminar temporalmente las aplicaciones puede ser de gran ayuda.
4. Reconocer los sentimientos y ser realista
No es obligación estar feliz solo porque se trata de esta época del año
Si has sufrido la pérdida de alguien cercano recientemente o no puedes estar con tus seres queridos, entiende que es normal sentir dolor y tristeza. Está bien que te des un tiempo para llorar y para expresar tus sentimientos.
Para la psicoanalista Fiorella Litvinoff, otro factor que incide al malestar en esta época es tener que confrontarse con la soledad. “Las fiestas son sinónimo de encuentro con otros y es en esta época donde quizás algunas personas registran su distanciamiento con los otros. Es importante preguntarse qué les llevo a esta situación y cómo se sienten respecto a esto”
Las Fiestas no tienen que ser perfectas ni iguales a las del año anterior. A medida que las familias y las personas cambian y crecen, las tradiciones y los rituales, muchas veces, también se modifican. Optar por mantener algunos y abrirse a incorporar otros nuevos representa el equilibrio perfecto.
5. Meditar
La practica de la meditación induce a la relajación Psicofisica y al mejor funcionamiento del sistema nervioso, provocando bienestar físico y paz mental.
Prestar atención a los patrones de respiración es clave cuando te sientes ansioso o abrumado. En lugar de respirar lento y profundo, las respiraciones son probablemente rápidas y superficiales, lo que solo perpetúa el ciclo de estrés en el cuerpo.
Aunque pueda sonar demasiado simple, encontrar una manera de concentrarse en la respiración es una de las formas más fáciles y efectivas para lidiar con el estrés en este momento.
6. No abandonar los hábitos saludables
Siempre son recomendables las terapias como la acupuntura, los masajes terapeuticos o la actividad física como el Chi Kung, Tai Chi que permiten la liberación y regulación hormonal, cardiovascular y cerebral, que son los centros principales de alerta”,
Tambien salir, aunque sea por un rato, para una dosis saludable de aire fresco puede hacer maravillas. En lugar de simplemente aguantar hasta que termine el año, considerar las alternativas saludables que puedan ayudar a pasar el momento difícil.
No permitas que las fiestas se conviertan en un caos. Los excesos solo intensifican el estrés y la culpa.
Comer saludable antes de la celebración ayuda para no excederse con los dulces, el queso o las bebidas. A su vez, dormir bien e incorporar actividad física regular a la rutina diaria siempre es una buena idea.
7. Dejar de lado las diferencias y aprender a decir que no
Decir que sí cuando puedes decir que no puede hacerte sentir resentido y abrumado. Tus amigos y colegas comprenderán si no puedes participar en todos los proyectos o actividades. Si no es posible decir que no, intenta eliminar otra cosa de tu agenda para compensar el tiempo perdido.
Intentar aceptar a tus familiares y amigos tal como son, aunque no cumplan todas tus expectativas, es un gran consejo para seguir ya sea en esta época del año o en cualquier otra. Postergar los reclamos hasta que haya un momento más adecuado para hablar al respecto y ser comprensivo si otras personas se enojan o sufren cuando las cosas salen mal nunca viene mal.
8. Estar solo y recargar baterías
Meditar antes de que todos despierten, ir a una clase de gimnasia, ofrecer hacer las compras para salir de una casa ocupada por un momento o simplemente decir “no” a ciertas invitaciones son algunas de las alternativas para preservar la energía
Para muchas personas, la temporada de vacaciones significa pasar tiempo con amigos y familiares que a menudo no pueden ver. Si bien esta puede ser una oportunidad maravillosa para conectarse con los seres queridos, también puede dificultar encontrar tiempo para estar solo y recargar la batería.
Meditar antes de que todos despierten, ir a una clase de actividad fisica, salir de una casa ocupada por un momento o simplemente decir “no” a ciertas invitaciones son algunas de las alternativas para preservar la energía.
¿Cómo saber si sufro de estrés perjudidial?
Primero, conviene determinar qué es el estrés, el que se define como toda situación que afecta los hábitos o rutina acostumbrada de las personas. De hecho, todos los días estamos expuestos a cierto estrés. “Puede ser desde un taco hasta una mayor carga de trabajo, lo que produce que haya una mayor activación de los sistemas nervioso, inmunológico, neurológico, entre otros. El fin de año tiene asociados varios eventos que, si bien los conocemos, nunca sabemos cómo pueden salir, y por eso nos estresamos”
Ahora, para determinar si se tiene estrés, hay síntomas muy específicos que lo caracterizan. Aquí se detalla los principales:
• Dolor de cabeza.
• Tensión o dolor muscular.
• Malestar en el pecho.
• Cansancio cronico
• Cambio en el deseo sexual.
• Malestar estomacal, diarrea o estreñimiento.
• Problemas de sueño.
Si bien se puede aprender a controlar el estrés, es inevitable no sentirlo, por lo que es determinante conocer sus síntomas, adquirir hábitos que contribuyen a enfrentarlo de mejor manera y, sobre todo, si se hace insostenible, tratarlo.
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