Kǎn “坎” y Lí “離” son dos conceptos que se mencionan con frecuencia en los diferentes textos taoístas sobre alquimia interna. Se les otorga una gran importancia ya que se considera que el deterioro y posterior envejecimiento que sufre el cuerpo humano, se debe al desequilibrio entre estos dos tipos de energías. Durante largo tiempo los maestros taoístas, buscadores de la inmortalidad, estudiaron y desarrollaron diversos métodos que permitiesen mantener ese equilibrio, evitando la aceleración de los procesos destructivos corporales, retardando así el proceso de degeneración y por lo tanto, prolongando la vida. Al principio pensaron que el elixir de la inmortalidad se encontraba en sustancias químicas provenientes de los metales (plomo, mercurio, cinabrio) o en preparados de distintas hierbas. Después de mucho experimentar concluyeron que el elixir realmente se hallaba en el propio cuerpo. Así nacieron técnicas y métodos que quedaron inmersos en sistemas como el Tai Chi Chuan “太极拳”, el Qi Gong “气功”, el Dao Yin “道引” o en prácticas como la meditación, los ejercicios respiratorios o los regímenes alimenticios. En los trigramas del I Ching “易經”, Kǎn viene expresado por dos líneas Yin “陰”, arriba y abajo, y una línea Yang “陽” en el centro. Representa el agua Shuǐ “水” en movimiento, lo abismal. Lí se expresa mediante dos líneas Yang, arriba y abajo, y una línea Yin en el centro. Simboliza el fuego Huǒ “火”que quema lo viejo para dar paso a lo nuevo. Lo adherente. El hexagrama 63 “Chi Chi” “既濟”, (después de la consumación), se compone de estos dos trigramas entre los cuales existe una interacción mutua: “Se ha alcanzado el equilibrio y todo está en su sitio”. La imagen dice: “Cuando el agua, en la marmita, cuelga sobre el fuego, ambos elementos están en mutua relación y debido a este hecho se genera energía (producción de vapor), no obstante, la tensión que así se produce impone adoptar precauciones. Si el agua se desborda se extingue el fuego y se pierde su función energética. Cuando el calor es excesivo, el agua se transforma en vapor y se pierde en el aire. Los elementos que en este caso están en relación recíproca y engendran así la energía, por su naturaleza, guardan entre sí una recíproca hostilidad. Únicamente una extrema cautela puede evitar el daño. Así también en la vida hay circunstancias en que todas las fuerzas se equilibran y obran conjuntamente, y por lo tanto todo parecería estar en perfecto orden. Tan solo el sabio reconoce en las épocas los momentos de peligro y sabe dominarlos mediante precauciones tomadas a tiempo.” (Richard Wilhelm. Extraído de su libro: I Ching, el libro de las mutaciones).
Hexagrama 63 “Chi Chi” En el cuerpo humano Kǎn es la energía que lo enfría, es decir la energía Yin. Lí en cambio es la energía que calienta el cuerpo, la que lo hace más Yang. Para que Yin y Yang estén en equilibrio se hace necesario regular correctamente Kǎn y Lí. Los taoístas siempre han pensado que en el cuerpo la energía predominante es Yang, salvo en los casos de enfermedad en la que la predominante sera Yin. Consideran que esta energía de fuego es la que continuamente está consumiendo y deteriorando el cuerpo, llevándolo a la vejez. La energía o Qi “气” que circula por los denominados meridianos, puede ser clasificada como Qi de agua Shuǐ Qi “水气”, o Qi de fuego Huǒ Qi “火气”. Ambas son necesarias si bien se considera que siempre se tiende a tener demasiado Qi de fuego, por lo que hay que trabajar para aumentar el de agua y que éste enfríe al otro. Si se logra reducir la cantidad de fuego, mejorando la calidad de la energía de agua, se estará retrasando el proceso de degeneración. El Qi de agua, también llamado Yuan Qi “元气” (Qi o energía original, por provenir de la esencia original Yuan Jing “元精”), se considera una energía de tipo descendente que fluye desde los riñones. Mediante la acción de bombeo del Huiyin “会陰”, esta energía se dirige hacia arriba para alimentar el cerebro, siendo capaz de enfriar el cuerpo físico y calmar el malestar mental y espiritual. La mente que genera el Qi de agua es tranquila y sabia. Esta mente se llama Yi “意”. Si el espíritu Shen “神” se alimenta del Qi de agua, será firme y estable. El Qi de fuego (procedente de la esencia adquirida de los alimentos y el aire) es una energía de tipo ascendente generada por el corazón Xin “心” (mente-emocional). Los taoístas pensaban que el carácter de las personas estaba íntimamente relacionado con los alimentos ingeridos. Se considera que el Qi de fuego ejerce un poder calorífico sobre el cuerpo y cuando este es excesivo tiende a calentar demasiado los órganos, sufriendo éstos un desgaste prematuro. También puede originar que el espíritu este confuso y se desestabilice. En el cuerpo humano la mayor concentración de agua se encuentra en el abdomen. Los maestros taoístas concluyeron que era allí donde se debía centrar la mente-intención Yi, y que era necesario, en general, un Yi fuerte capaz de dominar al Xin. Consideraban el Dan Tian inferior Xia Dan Tian “下丹田” como el “océano de Qi” y que cuando la mente se centraba en el, con el agua sobre el fuego, este la calentaba trasmutándola en Qi (vapor). El Dan Tian inferior es como una bolsa que se llena de Qi para ser luego trasportado por el cuerpo, mediante la dirección de la mente. La conexión: Yi, Qi y Dan Tian inferior es pues fundamental en la regularización de Kǎn y Lí. Los fluidos corporales tenían también una gran importancia. A la saliva se le daba un rol excepcional, dado lo necesaria que es en el proceso digestivo de los alimentos, que luego se trasforman en Qi. Se debía evitar por todos los medios tener que escupirla. Igualmente el semen debía ser retenido y conservado. En el cuerpo existen también los canales de fuego Huǒ Lù “火路” y de agua Shuǐ Lù “水路”, por los que circula el Qi. En el canal de fuego el Qi se distribuye de una forma natural. El Qi trasformado de los alimentos y el aire, es almacenado en el Dan Tian medio Zhong Dan Tian “中丹田” (en el plexo solar) para luego descender por el Vaso de la Concepción Rèn Mài “任脉” (considerado como Yin), donde se mezcla con el Qi de agua. Sigue su camino descendente hasta la cavidad Huiyin donde se divide en dos corrientes de Qi. Una asciende por el Vaso Gobernador Dû Mài “督脉” (considerado como Yang) para cerrar el ciclo al unirse nuevamente con el Vaso de la Concepción en la parte superior interna de la boca. La circulación del Qi por el canal de fuego sigue un ritmo horario. Se inicia en el Dan Tian Medio al medio día, baja al Huiyin por la tarde, se desplaza por la espalda y alcanza la cabeza a media noche. Al amanecer está en la cara y completa su ciclo llegando nuevamente al Dan Tian medio al medio día siguiente. El otro flujo de Qi que se divide en el Huiyin, sube impulsado por el Vaso Impulsor Chong Mài “衝脉” hacia el cerebro a través del canal del agua. El canal de agua recorre el interior de la médula espinal hasta alcanzar el cerebro donde nutre el espíritu Shen. Por si solo el cuerpo humano tiene cierta circulación de Qi por el canal de agua. Esta circulación se produce durante el periodo nocturno a partir del Qi que se ha dividido al llegar al Huiyin. Los maestros taoístas desarrollaron mediante el estudio, diversos métodos de trabajo alquímico para poder ajustar el agua y el fuego del cuerpo. Algunos de ellos son: - La higiene corporal: Basada en una alimentación adecuada y un aire limpio. Como el Qi de fuego procede de los alimentos y el aire respirado, controlar estas fuentes de energía se hace imprescindible en la regularización de Kǎn y de Lí. Los taoístas estudiaron este tema ampliamente y concluyeron que había que evitar los excesos alimentarios, así como que la alimentación con frutas, hierbas y verduras era mejor que la alimentación con carne. Igualmente indicaron que la vida en las montañas o en el campo era mejor, por la calidad del aire. - Ejercicios respiratorios y de concentración: Los ejercicios de Tai Chi, Qi Gong y las artes internas en general, centran la atención en realizar una correcta respiración en el Dan Tian inferior, pues es una buena técnica para regular Kǎn y Lí. En la respiración inspirar es Kǎn, mientras que espirar es Lí. Mediante la respiración se mejora el proceso de refinamiento de Jing “精” a Qi, y también hace que el Qi de fuego descienda desde el Dan Tian medio hasta el Dan Tian inferior, enfriándolo. La relajación de los músculos predicada en el Tai Chi, permite que la sangre nutra eficazmente los tejidos corporales. Cuando la respiración es relajada, la mente Yi se va imponiendo a la Xin (generada por el Qi de fuego), llevando al cuerpo a un estado de sosiego. Debe preservarse el centro de consciencia, lo mas bajo posible. La respiración y la concentración van juntas, cuando se regula una se consigue regular la otra. - Realizar ejercicios que requieran trabajo muscular: Como el Tai Chi, el Qi Gong o el Dao Yin. Los chinos fueron pioneros en las técnicas de gimnasia. Estos ejercicios, en combinación con los respiratorios para desarrollar el elixir interno, fueron llamados Nei Gong “内功”. También se incluían en estas técnicas los masajes Tui Na “推拿”. - Energizar el espíritu: Mediante las técnicas de meditación se consigue el control mental, necesario para liberar las tensiones corporales y vencer las limitaciones impuestas por los sentidos, que llevan a la confusión mental. El Qi de fuego energiza y excita el espíritu Shen. Sin embargo el exceso de fuego produce que la mente se disperse y este confusa. Después de haber regulado la mente y la respiración, es cuando se puede estimular el espíritu mediante el agua de la mente inteligente Yi. Un espíritu fuerte y estable controlara al Qi, consiguiendo regular el Qi de fuego y evitando que este energice el cuerpo desgastándolo. Estas técnicas permiten llegar a la felicidad posible en cada momento, sin tener que esperar a la felicidad perfecta. - Controlar los senderos de circulación del Qi: Los practicantes avanzados de Qi gong pueden regular Kǎn y Lí controlando los caminos por los que circulan estas energías: El canal del fuego, el canal del agua y el canal del viento. Trabajar sobre el canal de fuego hace que se llenen de Qi los dos vasos mas importantes (Gobernador y Concepción), que están unidos a los doce canales primarios, unidos a su vez con los doce órganos internos. Esto fortalecerá el cuerpo, pero al haber abundancia de Qi circulando, este se deteriora mas rápido. Por tanto se tiene que trabajar también sobre el canal del viento y del agua. Mezclar los Qi de agua y de fuego hará que el cuerpo se enfríe, incluso si esta circulando abundante energía. Es pues necesario que el practicante sepa manejar ambos métodos. Mediante la realización de las diferentes formas de Tai Chi, también se trabaja la regularización de Kǎn y de Lí. Los movimientos del cuerpo son considerados como Lí, pues producen Yang. La relajación mental es Kǎn y produce Yin, que neutraliza al Yang. Cuando ambas energías se regulan correctamente Yin y Yang se encuentran en equilibrio y armonía. Se considera que lo ideal sería poder mantener el cuerpo en un estado de equilibrio de energías Yin-Yang. Kǎn y Lí son pues dos conceptos muy importantes para los practicantes de disciplinas internas. Comprenderlos y practicarlos correctamente se hace imprescindible en la búsqueda de la longevidad.
Por Takesumu
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