Todos los días, desde que abrimos los ojos tras nuestra breve estancia en el mundo de los sueños, nuestros sentidos nos conectan con la madre tierra. Por lo tanto, todos los días manejamos energía. Porque la masa equivale a la energía (E=m.c2)
Fundamos todo, cuando lo tocamos por primera vez.Amamos cada color cuando la luz nos regala el don de la verdad y sentimos en cada célula de nuestro cuerpo todas las vibraciones posibles qué nos da el espectro sonoro del universo. Pero nos han educado a ser proactivos. A producir a obedecer.
Entonces nuestras capacidades para comprender la energía sutil se convierte en algo que no es importante para la sociedad. Confinados en esta tercera dimensión. A menos que algo nos impulse a comprender esa otra verdad qué es el mundo de la energía (Chi)
Aun los que se encuentran en un coma profundo o los que perdieron algunos de los sentidos por vía congénita o circunstancial, si estamos dentro de un cuerpo sintiente cómo lo llaman los budistas, estamos inmersos en este mundo de tres dimensiones, además de otras dimensiones que desconocemos y por ello necesitamos saber manejar las herramientas que nos ofrece la vida. Las herramientas básicas están dadas, sobre todo para aquellos que pueden ver, oír, saborear, tocar oler y sobre todo pensar-sentir. A veces faltan una o dos de estas herramientas que pueden ser los sentidos o el pensamiento, pero aún así, el misterio de lo que ocurre en el otro, no tiene porqué ser impedimento, tampoco la ausencia de sentir.
Lo que es lamentable es no usar estás herramientas, teniéndolas tan a la mano. La ignorancia, según Sidharta Gautama el Buda, es el peor de los pecados. Por eso saber cómo manejar la energía sutil es fundamental en estos tiempos de despertar.
Manejar nuestras herramientas es manejar energía.
Las disciplinas taoístas chinas hacen muy accesible el uso de nuestras herramientas, porque no es necesario tener un don especial o un poder sobrenatural para usar nuestra energía y la energía alrededor de nosotros, basta con poner atención. Todas las disciplinas taoístas basan su conocimiento sobre la energía, en lo que hoy en día es considerada alquimia taoísta o lo que se conoce milenariamente como Wu Xing, es decir los cinco agentes.
Wu Xing es el modo en que la energía sutil se comporta. WU significa cinco, Xing significa agentes. Para acercar está noción al pensamiento occidental Wu Xing fue conocido durante siglos como cinco elementos, aunque no es lo mismo exactamente. Los cuatro elementos de la alquimia occidental no son iguales a las cinco energías del Wu Xing. Se parecen en nombre y algunos, como el fuego parecen tener el mismo comportamiento, pero Wu Xing es en realidad la base de toda la filosofía taoísta y la medicina tradicional china. Incluso líderes políticos desde los emperadores y hasta el presidente Mao utilizaron el Wu Xing como
estrategias de guerra.
¿Qué es Wu Xing?
Hay cinco agentes, cinco energías basicas que se relacionan unas con otras. Estás energías son sutiles e invisibles, pero las podemos sentir. Tocan todos los aspectos de la vida y los objetos en este planeta. Aspectos tangibles y evidentes son característicos de estas cinco energías. Por ejemplo, los olores, las formas los sabores, los órganos y las funciones corporales; también aspectos intangibles como las vibraciones el sonido, los meridianos y puntos de acupuntura, etc.
Si comprendemos estás cinco energías podremos manejar sus dones y con ello a la naturaleza misma. Los 5 agentes, las cinco energías que explica el
Wu Xing son: madera, fuego, tierra, metal y agua
Lo primero que notamos en el ciclo de las cinco energías es que todas se complementan, se exaltan y se controlan unas a otras. Si llega a disminuir o faltar una energía se obtendría un desequilibrio. Este desequilibrio ocurriría también si una de estas energías llegara a subir en exceso. Según la medicina tradicional China la enfermedad proviene de la falta o el exceso de energía.
En la filosofía taoísta china no existen absolutos, sino circunstancias. Las circunstancias que circulan nuestras relaciones con el universo son, primeramente, el karma, después el destino, que marca la composición exacta de la persona y por último la gran circunstancia que envuelve el todo de la persona en la vida que ocurre es, su libre
albedrío. El libre albedrío incluye la permanencia en tal o cuál medio ambiente, la elección de la pareja y de cada decisión que tomamos en la vida. En fin, el libre albedrío es lo que nos hace humanos. La energía no puede ser destruida solo puede ser transformada.
Cuando una de estas energías crece en exceso o se hace fuerte puede agredir o amenazar a otra. Por eso para la medicina tradicional china, el exceso de energía o la falta de energía son dos factores que determinan la salud de una persona. Cuando la energía se manifiesta en forma de
enfermedad o de cualquier expresión negativa podemos ayudarnos, conociendo estas actividades de relación. Si una energía se desequilibra, se puede contrarrestar su influencia, con la energía que corresponda según el ciclo de Wu Xing. Por ejemplo, la ira, propia del exceso de
la madera se puede combatir con el elemento que la restringe qué es el metal, por medio de un análisis claro de lo que provoca la ira Cada energía tiene una actividad. Buscar esa
actividad para combatir lo que nos afecta nos puede ayudar mucho. Cuando enfermamos se nota en nuestro comportamiento en los síntomas y en nuestros pensamientos.
Realizar actividades físicas como el Qi Gong o Tai Chi Chuan además de las terapias pertinentes indicadas por médicos y terapeutas puede ayudar mucho a mejorar la calidad de vida y
la salud. Pero recordemos que sin el conocimiento del Wu Xing esta terapia no tiene ningún sentido.
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