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Foto del escritorGaston Pasquini

La mente nunca está en el presente.

Movimiento significa ir de un lugar a otro. Necesitas espacio para moverte exteriormente. El movimiento interno no se da en el espacio, si no en el tiempo. Si no hubiera tiempo no podrías desplazarte interiormente. El tiempo es el espacio interior. Analiza tu mente y verás que siempre te estás moviendo de los recuerdos del pasado a los deseos del futuro o al revés. Para la mente el presente sólo es una línea divisoria desde la que puedes desplazarte al pasado o al futuro. La mente nunca está en el presente; para la mente el presente No es realmente existencial. La ausencia de movimiento implica estar en el presente. Si puedes permanecer en este instante, tan solo aquí y ahora, estarás quieto. Si vives en él ahora, el movimiento se detendrá porque la mente se detendrá. No hay pasado en la existencia, no hay futuro en la existencia. La existencia es el presente. Por qué la mente se desplaza al pasado y al futuro? Buda dijo que es debido al deseo. Debido a que has vivido algo, lo deseas de nuevo. Al desearlo, proyectas la experiencia registrada en tu memoria, y te trasladas al futuro. Cuando la mente experimenta placer, anhela repetirlo Y cuándo experimenta desagrado, desea evitarlo.

Por esto es natural que se cree el futuro y debido a este futuro nos perdemos el presente. No desees Y no habrá futuro.

Sucedió una vez que un hombre estaba muy alterado. Sus noches eran simplemente prolongadas pesadillas. Toda la noche para él era una pesadilla. Era tan doloroso que estaba asustado al tener que irse a dormir y se sentía aliviado al levantarse. La naturaleza de sus sueños era tal que al dormirse empezaba a ver bajo su cama miles de leones, dragones, tigres, cocodrilos, todos desplazándose bajo su pequeña cama y dispuestos a atacarle. Toda la noche era una larga pesadilla, una tortura, un infierno. Fue tratado médicamente pero nada le sirvió, todo falló. Fue analizado por psicólogos, psiquiatras, pero nada le fue bien. Y entonces, un día, salió de su casa riendo. Nadie le había visto reír durante años. Su cara se había convertido en algo horrible, siempre triste, asustado, atemorizado.

Por eso los vecinos le preguntaron: ¿Qué pasa?¿Tú riendo? No te hemos visto reír durante tanto tiempo que hemos olvidado incluso que solías reír.¿Qué ha pasado con tus pesadillas?

El hombre dijo:"Se lo dije a mi cuñado. Él me curó".

Los vecinos preguntaron:"¿Es tu cuñado algún psicoanalista?¿Cómo te curó?

El hombre dijo: "El es carpintero, y simplemente acerró las patas de mi cama. Ahora no hay espacio debajo de ella, por eso he dormido por primera vez".


Tú creas un espacio, y desear es la forma de crear espacio. A mayor deseos, más espacio se crea.

Un deseo puede ser satisfecho en un año, tienes entonces un espacio de un año.

Puedes moverte en él y encontrarás muchos reptiles, muchos dragones. A este espacio creado por el deseo le llamamos tiempo.

Si no existe el deseo no hay necesidad de tiempo. Un único momento es el que existe. Ni incluso dos momentos, porque el segundo es requerido solamente por él deseo, no es necesario para tu existencia.

La existencia es colmada totalmente en un solo instante.

Si crees que el tiempo es algo exterior a ti estás equivocado. El tiempo no es algo exterior a ti.

Si el hombre desaparece de la faz de la tierra, ¿Dónde estará el tiempo?

Los árboles crecerán, los ríos fluirán, las nubes seguirán flotando en el cielo, pero yo te pregunto,

¿Existirá el tiempo? No existirá. Existirán momentos, o mejor dicho, existirá un momento, y cuando un momento desaparece otro entra en existencia, y así sucesivamente. Pero no hay tiempo como tal. Solo el momento atómico existe.

Los árboles no desean nada. No desean florecer, las flores brotan automáticamente. Es parte de la naturaleza del árbol el que lleguen las flores, pero el árbol no está soñando, el árbol no está deseando nada, no está pensando.

Si el hombre no está allí, no habrá tiempo, solo momentos eternos. Creas el tiempo al desear. Cuanto mayor es el deseo, tanto más tiempo necesitas.

Debido a la escasez de tiempo, occidente se ha vuelto muy tenso.

Muchas cosas para hacer y poco tiempo para resolverlas. No hay suficiente tiempo y hay tantos deseos. La gente va siempre deprisa, corriendo rápido. Nadie se mueve despacio. Todos corren y es necesaria más y más rapidez. Por eso se siguen inventando vehículos más y más rápidos y nunca se está satisfecho con ellos. Se intenta alargar la vida humana tan solo para darte algo más de tiempo para satisfacer tus deseos.

Percibes el tiempo en proporción a tu plenitud o a tu vacío. Un niño percibe menos el tiempo, porque está lleno de vida. Un anciano percibe más el tiempo, porque está vacío. Para un anciano el tiempo es un problema: cuanto más sientas la muerte, más percibirás el tiempo.

Con un niño, el tiempo no es en absoluto un problema, el tiempo no cuenta para él.

Lo propio sucede con las civilizaciones, y según la cultura.

En la India por ejemplo no se está pendiente del tiempo debido a la creencia en la reencarnación, la rueda de sucesivos nacimientos. Cada vez que mueres, piensan los hindúes, naces otra vez.

Realmente, la India destruyó totalmente el concepto de muerte. No hay muerte si renaces cada vez. La India nunca fue consciente del tiempo. Hasta el punto de volverse letárgicos, capaces de desperdiciarlo fácilmente. De modo que para los hindúes, el tiempo es infinito y no hay prisa.

En cambio, la mente occidental es absolutamente consciente del tiempo, a causa del cristianismo, pues una vez que dices que solo tienes una vida terrenal y que esta va a ser la última, que no hay Renacimiento, la muerte adquiere plena dimensión. Y todo ha de ser referenciado en torno a ella. Si la muerte es el fin y solo ocurre una vez, el tiempo se vuelve muy valioso. No puede desperdiciarse. Y ocurre un fenómeno extraño: cuanto más consiente te vuelves del tiempo, menos lo usas provechosamente. Solo sabes apresurarte. Lo usas cada vez menos, ya que vives con prisa. Y para emplear el tiempo con provecho necesitas una actitud paciente y, sobre todo, muy consciente.

Hay una antigua anécdota acerca de tres viajeros que llegaron a Roma. Fueron a ver al Papa, quién preguntó al primero:"¿Cuánto tiempo te vas a quedar?.

El hombre respondió:"tres meses".

El papa dijo:"entonces podrás ver bastante de Roma"

Al segundo, que respondió que solo podía permanecer seis semanas, el papá le dijo:

"entonces podrás ver más que el primero".

Y al tercer viajero, qué respondió que únicamente podría quedarse dos semanas, el papa le dijo:"eres afortunado, porque serás capaz de ver toda la ciudad."

Quedaron desconcertados.... Porque no entendían el mecanismo de la mente. Piénsalo; si tuvieras una vida de 1000 años, te perderías mucho, porque no dejarías de postergarlo todo. Pero como la vida es corta, no te puedes permitir el lujo de posponer, aunque muchas veces lo haces a tu riesgo. Imagina que alguien te dijera que solo te queda un día de vida.¿Qué harías?¿Seguiría soñando en cosas innecesarias?. No, olvidarías todo. Solo amarías, rezarías y meditarías, porque únicamente dispones de 24 horas. No postergarías las cosas esenciales...

Todas esas expresiones de que el tiempo es fugaz, qué pasa, que se va, son solo una especie de consuelo. En realidad, eres tú el que se va consumiendo en cada momento. Y sigues pensando que es el tiempo el que pasa, ¡Como si tú te quedaras incólume mientras el tiempo se quiebra!

Los relojes son un invento del hombre para medir el paso del tiempo que no pasa en absoluto.

No hay, entonces, razón para la prisa.

¡Dispones de Toda la eternidad!

Siempre has estado aquí, sigues estando aquí, y siempre estarás aquí.

El propio concepto de "prisa" es una creación de la mente. La mente y el tiempo son sinónimos.

En cuanto tu mente se detiene, también se detiene el tiempo. Cuanto más metido estás en la mente, más lo estás en el tiempo; y cuanto menos metido en ella, más al margen del tiempo.


El piloto de un avión comercial se dirigió a los pasajeros diciéndoles:

"Tengo tres noticias importantes para ustedes. La mala noticia es que hemos perdido contacto con la tierra así que no sabemos dónde estamos ni a dónde nos dirigimos. La buena noticia es que todos nuestros motores están bien, y el avión está funcionando perfectamente bien.¡Y la noticia estupenda es que estamos yendo a la máxima velocidad!".


No creas que el hombre moderno está más agobiado por el trabajo. Un hombre primitivo lo estaba en mayor medida. La mecanización, la industrialización, ayudan a ahorrar tiempo. Han surgido para ahorrar tiempo y han ahorrado mucho. Pero debido a que tienes tiempo y no tienes quietud, debido a que dispones de tiempo pero no sabes cómo emplearlo, surgen los problemas.

Un hombre primitivo tenía menos problemas, no porque estuviera más en silencio y en quietud, sino porque no disponía de tiempo, no tenía tiempo qué le pudiera causar problemas.

Tú dispones de más tiempo y no sabes qué hacer con él. Esta disponibilidad de tiempo puede emplearse para un viaje hacia el interior. Y si un hombre no puede emplearlo para esa interiorización, entonces no hay solución, porque cada vez ahorraremos más y más tiempo.

Pronto el mundo se encontrará bajo una automatización completa. Dispondrás de tiempo y no sabrás qué hacer con él y, por primera vez en la historia, el hombre habrá alcanzado la utopía por la cual siempre ha suspirado, aquella que siempre ha deseado. Entonces se sentirá perdido, aburrido, por no saber qué hacer con ella. Dispones de más tiempo que en cualquier otra época y no te sientes exhausto por culpa del trabajo. Estás exhausto porque has perdido tu contacto interno, porque no sabes cómo hacer para profundizar en ti Y ser revitalizado. Has perdido incluso la capacidad de dormir. Ese solía ser el método habitual para ir hacia el interior de uno mismo. Así uno se sentía fresco, revitalizado, recargado al amanecer.

Pero en la actualidad hemos perdido la habilidad para dormir y la hemos perdido debido a la revolución mecánica, porque ahora tu cuerpo no es forzado a trabajar. Al trabajar menos estás menos cansado y por causa de ejercitarte menos, eres incapaz de dormir.

Dividimos el tiempo en pasado presente y futuro, pero esta división es incorrecta. El tiempo puede ser dividido en pasado y futuro, pero él presente eres tú, no forma parte del tiempo, es parte de la eternidad. El pasado y el futuro se mueven en línea horizontal: A va B, B a C, C a D... En línea.

Por el contrario, la eternidad es vertical: A entra más profundamente en A, o se eleva más en A.

A a A1, a A2, a A3.... Cada vez más arriba... O más abajo, no va a B.

Ahora el movimiento es vertical.

Mientras el tiempo se mueve horizontalmente, el momento presente se mueve verticalmente. El tiempo y el presente nunca se encuentran. Y tú eres el presente.

Cuando entras en meditación te das cuenta, de repente, de que toda tu vida está continuamente discurriendo en esas dos direcciones la horizontal consiste en movimiento, trabajo, mundo; la vertical consiste en silencio, dicha, éxtasis.

Cuando un ser humano se da cuenta de que él es una encrucijada, no puede dejar de sentirse intrigado por la vertical. Ya conoce la horizontal, pero la vertical le abre una puerta a la eternidad, donde la muerte no existe,; donde uno se convierte en una parte de la totalidad cósmica, donde uno pierde todas las ataduras, incluso la atadura del cuerpo.

Gautama Buda solía decir:

"El nacimiento es sufrimiento, la vida es sufrimiento, la muerte es sufrimiento".

Lo que quería decir es que estar en la línea horizontal significa ser permanentemente infeliz, sufrir.

En el plano horizontal solo encuentras agonía, sufrimiento, enfermedad, dolencia y vejez.

En la línea horizontal solo existen los mendigos, porque siempre quieren tener más, y ese más no puede ser satisfecho nunca. Y así, aunque las profundidades y las alturas están abiertas, tú te mueves horizontalmente con la mente.

Así es como pierdes a Dios, que está aquí y ahora, llamando a tu puerta.

¿Cómo es la línea vertical?

Es la del cada vez menos. Ya no eres un ego, tú "Yo" ha desaparecido. Pero eso no quiere decir que "tú" hayas desaparecido. Al contrario, cuando tú "yo" desaparece, apareces "tú."

Cuando descubres la vertical, empiezas a desplazarte sobre ella.

La línea vertical no significa que tengas que renunciar al mundo, pero significa que ya no eres del mundo, el mundo se vuelve efímero, pierde importancia. Siempre que estés en este momento, aquí y ahora, en esta condición de ser, te dirigirás hacia adentro, serás feliz, dichoso, no preguntarás nada y no desearás nada, no te sentirás apegado al pasado y no tendrás ningún deseo o proyección al futuro. Serás un ser libre. Te convertirás en un santuario. Habrás encontrado la eternidad. Eterno no significa permanente, eterno quiere decir intemporal, eterno quiere decir que no hay tiempo. Aunque solo exista un único momento de amor, será eterno. En ese momento existe tal profundidad que cesa el tiempo.en ese instante no hay futuro, ni tampoco pasado; en ese momento se es tanto que uno se extiende por toda la existencia. Ese momento es la eternidad encarnada en sí misma. Siempre que hay amor hay eternidad. En tu corazón anhelas lo eterno, Y eso es así porque solo conoces el plano horizontal, la dimensión del tiempo. En esa dimensión solo hay dos posibilidades: o algo es momentáneo, o es permanente. Pero lo permanente No es otra cosa que muchos momentos uno a continuación del otro; eso también empieza y termina.

La permanencia no es eterna, no puede serlo. Nada puede ser eterno en el tiempo. Lo que nace en el tiempo está destinado a morir con el tiempo. Si hay un principio, hay un fin.

La permanencia que conoces no llena de satisfacción el corazón. El corazón anhela aquello que no acaba nunca, aquello que es para siempre.

Es la añoranza de Dios. Dios es otro nombre para el amor eterno.

Conoces el amor eterno cuando te elevas en el amor, cuando te conviertes. Entonces el amor es eterno. No está dirigido a nadie. Cualquiera que se acerque beberá de él, resultará fascinado y enriquecido por él.


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